En declaraciones a Prensa Latina, el intelectual enfatizó en la intención de adelantar por primera vez el evento en favor de contar con el tiempo suficiente en medio de la emergencia epidemiológica por la Covid-19, para la participación extendida de los artistas y agrupaciones.
Con esa anticipación, los líderes de esos colectivos tradicionales podrán organizar su presencia como protagonistas de la Fiesta del Fuego aún en medio de la pandemia y tomando las precauciones necesarias que demanda esta circunstancia sanitaria, indicó.
La versión anterior, que transcurrió fundamentalmente de forma virtual, tuvo importantes momentos presenciales y la Quema del Diablo como ritual mágico religioso de cierre en Barrancas, localidad emblemática de la cultura haitiana, fue buen precedente para esta cita, apuntó Vergés.
Desde ahora se convoca a académicos y otros estudiosos de la cultura popular tradicional de los pueblos caribeños al envío de sus resúmenes de investigaciones para los espacios teóricos, que una vez más actualizarán miradas sobre esa realidad, dijo el investigador.
Resaltó la voluntad de juntar números limitados de personas interesadas en estos temas en sesiones convocadas al efecto, a la par de que se promuevan otras presentaciones en los medios radiales, televisivos y de la prensa escrita junto a las de las plataformas virtuales.
Aludió a que se mantiene la dedicatoria a la cultura de Belice, cuyos representantes visitaron la sede para constatar la marcha de los preparativos y manifestaron la satisfacción y el interés por este gesto de acercamiento a ese patrimonio en su país.
Vergés lamentó la pérdida física del maestro de la coreografía y el baile folclórico Ernesto Armiñán y del presidente de la Sociedad Cultural Yoruba, José Manuel Pérez, dos personalidades muy vinculadas al trabajo de la Casa del Caribe en defensa de las raíces de la espiritualidad cubana y caribeña.
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