El contrato asciende a 190 millones de euros y el fabricante francés suministrará tres convoyes a cada una de las cuatro regiones elegidas para los ensayos, donde serán evaluados en ‘condiciones normales de funcionamiento’ a finales de 2023, y eventualmente ‘el lanzamiento comercial en 2025’, explicó el presidente de Alstom, Jean-Baptiste Eyméoud.
‘Francia tiene todo lo necesario para convertirse en un campeón del hidrógeno: el Gobierno se ha comprometido plenamente a hacer realidad esta ambición’, señaló en un comunicado el ministro de Transportes, Jean-Baptiste Djebbari.
Los nuevos trenes mezclan el hidrógeno a bordo con el oxígeno del aire, y gracias a una pila de combustible instalada en el techo se produce la electricidad necesaria para impulsar el convoy, emitiendo únicamente vapor de agua.
Sin embargo las unidades diseñadas para el mercado francés podrán funcionar igualmente bajo catenarias en tracción eléctrica, tendrán una longitud de 72 metros, y sus cuatro vagones ofrecerán 218 plazas y las mismas prestaciones dinámicas y de confort que la versión eléctrica-diésel’, según el fabricante.
Tampoco se informó si el hidrógeno utilizado procederá de combustibles fósiles, y por tanto contaminante en su fase de refinado, o producido a partir de energías renovables, cuyo proceso es mucho más caro.
Alstom es pionera en el tren de hidrógeno, y puso en funcionamiento sus primeros prototipos en Alemania, en 2018, desarrollando actualmente su actividad industrial en ese país, con una cartera de pedidos de 41 unidades.
A su vez, la SNCF se fijó como objetivo la sustitución de las maquinas diésel en 2035, por otras fórmulas menos contaminantes, y en la actualidad cuenta con mil 100 trenes regionales que deberían ser sustituidos en esa fecha.
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