Según explicó el también titular de Economía y Planificación a los diputados, la oferta de moneda libremente convertible (MLC) estará dirigida a proveedores nacionales, estatales y no estatales, y se pactarán con ellos niveles de producción y precios para su comercialización en pesos cubanos.
“Hoy tenemos una pieza faltante en el diseño del funcionamiento monetario del país, que es la venta de MLC, es decir, de divisas a la población que tiene una demanda de esta”, y ello genera una brecha entre el tipo de cambio oficial y el del mercado informal, de un dólar por 24 en el primero, a uno por 125 el segundo, comentó.
Lo que se pretende, detalló, es crear un esquema secundario de asignación de divisas, a través del cual gradualmente se vendan a actores económicos a un precio superior a 24 pesos, pero inferior al mercado informal, lo que permitirá respaldar determinadas producciones para después comercializarlas en pesos cubanos, esencialmente a través de entidades estatales.
Este es un primer paso y estará encaminado a la producción de alimentos y otros productos de alta demanda, señaló Gil, quien acotó que esto constituye un avance para más adelante disponer de un mercado cambiario, pieza faltante en la economía, y luego pensar en restablecer la venta de divisas a la población.
El vice primer ministro apuntó que no es cierto que el tipo de cambio del mercado informal es el que sostiene el equilibrio de la economía, pues se trata de un mercado muy finito en transacciones, donde no concurren ni como oferentes ni como demandantes las principales actividades del país.
Amplió en este sentido que de él no dependen los ingresos fundamentales de divisas de la isla y tampoco pasa por ahí la respuesta a las demandas esenciales de la población, como la importación de alimentos o la compra de combustibles.
Precisó que en las condiciones actuales de la economía de la nación caribeña resulta imposible mantener una oferta estable de divisas al tipo de cambio oficial, pues esto requeriría una cantidad de estas monedas que obligaría a renunciar al respaldo de las principales necesidades de la población.
Tampoco vamos a salir a vender divisas a 125 pesos, la fórmula es moverse en un campo intermedio, manejando la disponibilidad de divisas del país y, de manera selectiva y gradual, dar los primeros pasos para generar un esquema secundario de asignación de divisas, dijo Gil.
Aclaró que con toda intención no es un mercado cambiario, porque ello conlleva reglas de accesibilidad y, aunque puede tener un tipo de cambio flotante, no es algo que sea práctico en estos momentos.
No estamos inmóviles, el Gobierno enfrenta con objetividad los desafíos y con medidas audaces, enfatizó.
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