Los visitantes depositaron ofrendas florales y recorrieron las instalaciones del mausoleo del Ayatolá Jomeiní, geolocalizado en la región sur de la capital iraní y construido para perpetuar la memoria líder político-espiritual de la Revolución islámica de 1979.
La delegación de Cuba se inspira en las palabras del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro (1926-2016), quien al referirse al Iman Jomeiní lo calificó como «hombre excepcional», una figura imprescindible en la historia del país de los persas.
Ruhollah Musavi Jomeiní (1902-1989) fue el ayatolá iraní que lideró la Revolución islámica de Irán, triunfante en 1979 al derrocar al último sah Mohammad Reza Pahleví.
Jomeiní devino líder supremo del país persa, una posición creada en la Constitución como la autoridad política y religiosa de más alto rango de la nación, cargo que ocupó hasta su muerte.
El mausoleo, instalado en los predios del cementerio Behesht-e Zahra, se erigió en 1989 tras su deceso, el 3 de junio de ese año y alberga sus restos al igual que los de su segundo hijo Ahmad Jomeiní, que murió en 1995.
Este complejo monumental comprende una enorme pieza central, así como un centro cultural y turístico, una universidad de estudios islámicos, un seminario y un centro comercial.
Los honores a Jomeiní en este complejo funerario significaron una visita obligada de la delegación cubana, que esta jornada avanzó en la primera jornada de comisiones como parte del encuentro intergubernamental inaugurado la víspera y que culmina mañana.
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