Según reportes desde la nación de África Oriental, luego de tres rondas de votaciones en el Parlamento, el domingo Sheikh Mohamud obtuvo 214 votos y 110 Abdullahi Mohamed, conocido como Farmajo, quien gobernó el último quinquenio y aceptó su derrota.
Esa jornada, minutos después del anuncio de los resultados, el nuevo gobernante prestó juramento y en la alocución agradeció a su predecesor por haberle transferido el puesto de manera pacífica.
Faki Mahamat calificó la elección de histórica y elogió de manera especial “a todos los ciudadanos, incluidos los integrantes del Senado y la Cámara del Pueblo, por sus muestras de patriotismo a través de la conducción ordenada del proceso electoral”.
Por medio de un comunicado, aseguró que la organización continental apoyará todos los esfuerzos del nuevo gobernante para “profundizar la gobernabilidad democrática, promover la reconciliación nacional y restaurar la paz, la estabilidad y la seguridad”.
Consideró, además, que Farmajo demostró “fuerte liderazgo, gran vocación patriótica y habilidad política, a través de la aceptación del resultado de los comicios”, y al manifestar su disposición a respaldar el trabajo del nuevo gobierno.
Asimismo, reconoció el desempeño de las Fuerzas de Seguridad Nacionales y la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia, con el objetivo de garantizar paz y seguridad durante el transcurso del programa electivo.
Somalia vive una crisis general debido principalmente a la inestabilidad que siguió al derrocamiento en 1991 del entonces jefe de Estado Mohamed Siad Barre, agudizada por una de las peores sequías de su historia y el impacto de la Covid-19.
De acuerdo con recientes reportes, siete millones 700 mil somalíes necesitarán asistencia humanitaria durante 2022, y encima de afrontar esa situación, Sheikh Mohamud deberá gestionar soluciones para la criminalidad del grupo Al-Shabab y los enfrentamientos entre clanes, unido a otros problemas.
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