Próximo a la vuelta masiva de la tradicional marcha del silencio el 20 de mayo, para reclamar el paradero de 197 víctimas, señaló que desde 1985 con el regreso a la democracia se impuso una cultura institucional de impunidad todavía vigente.
La expresa política dijo sentir el “abrazo” de muchas personas de todas las edades “que se pusieron esa causa al hombro, ante un Estado que durante 37 sigue sin asumir su responsabilidad”.
Reiteró que el corazón de esta lucha es la entrega de los desaparecidos, la búsqueda de los archivos que contienen la información, en lugar de papeles procedentes del Ministerio de Defensa que no aportan mucho.
Zaffaroni enfatizó en que las desapariciones de los años de 1973 a 1985 fueron en el marco del terrorismo de Estado en detenciones masivas de la población, pero también selectivas, sin que se sepa por qué los altos mandos los seleccionaron a ellos.
Consultada por la revista Caras y Caretas, reafirmó la convicción de que existen documentos ocultos sobre las víctimas y lo basa en la metodología de los aparatos represivos de anotarlo todo.
“La detención, la tortura, la desaparición fue una política de un Estado dictatorial comandada por instituciones represivas donde siguieron exactamente igual hasta ahora”, afirmó en relación al ejército, que es “un poder inexpugnable” de donde proviene el senador Guido Manini.
Culpa a la imprudencia de los gobernantes desde 1985 de los partidos Colorado y Nacional de condenar a los uruguayos a esa impunidad, de creer en cambiar o a avanzar cuando, es imposible sin verdad y justicia, y de “tener el partido de la apología del golpe de Estado sentado al parlamento, cuestionando al Poder Judicial”, en alusión a Cabildo Abierto.
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