De acuerdo con un informe policial publicado esta jornada, el sospechoso disparó flechas con un arco al azar y apuñaló a otras cinco personas hasta la muerte.
A pesar de que entonces la atención mediática recayó en el arco que portaba, las cinco personas que fallecieron y las 13 que resultaron lesionadas sufrieron heridas por arma blanca, explica el comunicado.
La mayoría de las víctimas mortales fueron asesinadas en sus propias casas, refiere.
“Tuve la idea de que tenía que matar para renacer en un buen lugar”, señaló el culpable durante las audiencias, según recogió la agencia NTBnews.
La fiscalía pide para el imputado que sea internado en un centro psiquiátrico, pues según los expertos padece esquizofrenia paranoide desde 2007 y sufrió un brote en el momento del ataque.
Por tanto, debe ser considerado ‘non compos mentis’ (sin posesión de sus facultades mentales), tal y como ha explicado la acusación.
El ataque tuvo lugar a mediados de octubre de 2021 en la localidad de Kongsberg, en el sur de Noruega y fue presuntamente perpetrado por esta persona, que por entonces tenía 37 años.
Viejo conocido de la Policía, el referido fue acusado en anteriores ocasiones por delitos menores y se le había impuesto en 2020 una orden de alejamiento después de amenazar a un familiar.
A su vez, se identificó como converso al Islam en riesgo de posible radicalización.
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