Según la revista Neurology, en el caso de los que cuentan 65 años de edad, el peligro se incrementa en los que viven con enfermedades cardíacas, y en los de 70, en los que sufrían diabetes e ictus.
En el caso de las personas de 80 años, el riesgo de desarrollar demencia aumentaba en quienes tenían diabetes y antecedentes de ictus, mientras que tomar medicamentos para la presión arterial disminuía el riesgo, puntualizó la fuente.
Existen varios tipos de demencia, como la enfermedad de Alzheimer y la demencia frontotemporal, que se caracterizan por la acumulación de diferentes proteínas tóxicas en distintas partes del cerebro.
Esto significa que los síntomas de la demencia varían y pueden incluir problemas de memoria, habla, comportamiento o visión.
Lo que se observa en todos los tipos, es la dificultad para responder a situaciones inesperadas, puntualiza la literatura especializada.
Los casos de demencia a nivel mundial podrían alcanzar para 2050 los 153 millones, en adultos de 40 años o más, debido al crecimiento de la población y a su envejecimiento, según un estudio publicado en The Lancet Public Health.
Tales cifras se deberán en gran medida a las altas incidencias en obesidad, niveles altos de azúcar en sangre y tabaquismo.
La cifra indica que el número de personas con ese mal se triplicará en los próximos 30 años, pues hasta 2019 el registro global era de 57 millones de casos.
acl/joe