Nacía así una de las tantas páginas heroicas de la isla, caracterizada por la solidaridad y la ayuda incondicional a los necesitados en cualquier rincón del planeta, recordó la cónsul de la mayor de las Antillas, Dayrene Gutierrez.
Ese primer contingente formado por 29 médicos, cuatro estomatólogos, 14 enfermeras y siete técnicos de la salud iniciaron una larga historia de colaboración que llega hasta nuestros días, y que en sus casi seis décadas prestó servicio en 150 países.
Desde 1963 hasta la actualidad 420 mil profesionales salvaron más de ocho millones de vidas, realizaron unas 14 millones 500 mil operaciones quirúrgicas y cuatro millones 470 mil partos.
“En el desarrollo y evolución de la colaboración médica surge la creación del contingente internacional de médicos especializados en situaciones de desastres y graves epidemias Henry Reeve, que constituye un nuevo enfoque en la atención sanitaria de emergencia”, dijo por su parte Elissabet Segura, segunda jefa de la Misión de Cuba en Haití.
Denunció que, pese a todos los logros de la colaboración, en especial en las zonas más vulnerables, los enemigos de la Revolución llevan a cabo una campaña para desacreditar y destruir esa cooperación. No obstante, aseguró, en las naciones favorecidas crecen cada día las muestras de agradecimiento, admiración y respeto a los profesionales cubanos.
En Haití esa contribución está pronta a cumplir 24 años pues los médicos de la isla llegaron en 1998, luego que los huracanes George y Mitch provocaran más de 400 víctimas mortales y dejaran sin hogar a unas 167 mil personas.
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“Por la brigada pasaron miles de cubanos y cubanas que estuvieron en huracanes, ciclones, epidemia del cólera, golpes de Estado, terremotos, magnicidio, crisis sociopolíticas; desplegados en todo el país viviendo y trabajando en las mismas condiciones que el pueblo”, dijo a Prensa Latina, Luis Orlando Olivero, coordinador de la Brigada Médica de Cuba.
Los resultados de esa asistencia son elocuentes: más de 35 millones de consultas, 660 mil intervenciones quirúrgicas, 193 mil partos, 200 mil personas atendidas en los servicios de rehabilitación, y 73 mil 151 haitianos mejoraron o recuperaron la visión gracias a la Operación Milagro.
“Más que números creo que el principio que distingue a la colaboración cubana es el de estar junto al pueblo, en zonas de muy difícil acceso, a veces en condiciones complejas porque no hay corriente y algunos hospitales tienen obsolescencia tecnológica”, dijo Olivero.
Actualmente los especialistas de Cuba se encuentran en nueve de los 10 departamentos Haití donde prestan asistencia general integral, y ofrecen servicios de cirugía, pediatría, ortopedia y otras especialidades, además de la muy demandada rehabilitación junto a un laboratorio de órtesis y prótesis.
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