El crítico de arte y teatrólogo consideró que es necesario pensar en los públicos diferentes que acuden a esos recintos en busca del conocimiento y la ampliación de los horizontes culturales en los campos diversos del arte, la ciencia y la tecnología en tiempos tan cambiantes.
Se trata de un desafío global cuando las ciencias de la información marcan el momento civilizatorio que vive la humanidad, en el cual no se descarta el rol tradicional de las bibliotecas, apuntó.
Opinó que a pesar de las severas contracciones materiales que enfrenta la red de esos centros a lo largo y ancho de Cuba, es preciso irradiar su efecto hacia las comunidades e intentar nuevas formas de hacer, como parte de su legitimación natural de la cultura en cada lugar.
Valiño exhortó a los jóvenes a combinar ese legado ancestral con las novedades tecnológicas y a los bibliotecarios a fortalecer la difusión de la riqueza atesorada entre esas paredes, las tareas de conservación y restauración y la búsqueda de la cooperación.
Por su parte, Margarita Bellas, presidenta de la Asociación Cubana de Bibliotecarios (Ascubi), se refirió a la celebración el próximo 7 de junio del Día del Bibliotecario Cubano y a la importancia de ese quehacer, a veces insuficientemente conocido y reconocido.
Durante la XXX Feria del Libro, la quinta edición del encuentro juntó a representantes de esas entidades públicas y las correspondientes a escuelas y otros centros, con notable responsabilidad y compromiso social en la elevación del conocimiento y la cultura en la nación.
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