Activistas citados por el diario al-Watan informaron que los refuerzos llegaron a los puntos militares en las localidades de Al-Zeyara, Deir Jamal, Khurebkeh, Abyen, Maranaz y la base aérea de Meneg, en el norte de la provincia de Alepo, a unos 500 kilómetros al norte de esta capital.
Esta acción coincide con una escalada en los bombardeos turcos contra varias zonas fronterizas en el norte sirio y ante las amenazas lanzadas por los dirigentes turcos de ocupar una granja situada cerca de la frontera común, a unos 30 kilómetros en la profundidad del territorio de Siria, con el argumento de eliminar a milicias kurdas.
En un contexto relacionado, un grupo de helicópteros rusos patrulló las fronteras y las líneas de choques entre los uniformados turcos y las milicias kurdas, en las localidades de Abu Raseen, Amouda y Derbasieh en la provincia de Hasakeh.
El gobierno sirio reiteró la víspera su rechazo a lo que llamó “hostilidades militares” de Turquía contra varias localidades en el noreste del país, y calificó su intención de crear una zona segura de una política de «limpieza étnica» .
Desde 2018 los militares de la nación euroasiática y agrupaciones armadas ilegales lograron mediante tres operaciones denominadas Ramo de Olivo, Fuente de Paz y Escudo del Éufrates controlar extensas áreas en las provincias de Idlib, Alepo, Raqa y Hasakeh.
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