El doctor Enrique Arango, vicedirector técnico de la institución, explicó a Prensa Latina que ese equipamiento fue donado por la Universidad de Toulouse, en Francia, con cuyos expertos los sismólogos cubanos sostienen estrechos vínculos de colaboración.
Indicó que esas relaciones abarcan también al Instituto de Física del Globo, de París, y al Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Martinica, que favorecen la aplicación de adelantos diversos en esos ámbitos de investigación y aplicación científicas.
El GNSS-R aprovecha las señales satelitales de navegación reflejadas del agua, el hielo o las superficies terrestres y a partir de estas mediciones pueden derivarse propiedades geofísicas fundamentales de las superficies reflectantes, apuntó Arango.
Citó, por ejemplo, alturas altimétricas, humedad o rugosidad del suelo, que pueden correlacionarse con la velocidad y dirección del viento sobre el agua en un amplio espectro de aplicaciones que incluyen el pronóstico del tiempo y la investigación del clima.
Agregó que con el apoyo del Sistema de Alerta Temprana de Tsunami de Alemania e Indonesia, estas investigaciones se ampliaron con los primeros experimentos y estudios exitosos basados en tierra relacionados con los futuros sistemas de alerta temprana de tsunami basados en satélites.
Arango añadió que la instalación de ese receptor también contribuirá con sus datos a los estudios de la dinámica de la corteza que el Cenais viene realizando desde hace más de cuatro años mediante estaciones temporales con equipos GNSS.
Tales mediciones, aseveró, se encaminan a determinar las tensiones acumuladas en la zona límite de placas que pueden disparar un terremoto fuerte y, con el aporte del nuevo equipo, podrán obtenerse valores de la dinámica costera y su estrecho vínculo con el ascenso del nivel del mar.
El subdirector técnico del Cenais resaltó el positivo impacto de esas indagaciones en el cumplimiento de la Tarea Vida, estrategia del Estado en pos del enfrentamiento al cambio climático en Cuba.
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