La música contagiosa de la agrupación Alexis El Mura y su Tradición Cubana puso fin, en medio de reclamos de seguir la fiesta y el baile, a cuatro jornadas de fraternidad, durante las cuales los latinoamericanos y los caribeños enviaron un mensaje de paz y de esperanza en tiempos de desafíos existenciales.
Sones clásicos como El manisero o Échale salsita, junto al Chan Chan inmortalizado por Compay Segundo y la infaltable Guantanamera dejaron a muy pocos sentados en el Hall Ségur de la sede parisina de la organización multilateral, pese a que antes el grupo Olas hizo lo mismo con sus merengues y bachatas.
También el venezolano Carlos Adarmes con su fagot, el dúo haitiano MetisKacao y el artista visual argentino Hernán Ricaldoni compartieron su talento con un público que siempre disfrutó y fue cómplice de las celebraciones durante la novena semana de América Latina y el Caribe.
A la música y el baile se sumaron hoy en el adiós las degustaciones de platos típicos paraguayos, del licor de cocuy venezolano y del mojito cubano, una sensación donde quiera que lo presenten, y la Unesco no resultó la excepción.
La embajadora de Cuba ante la Unesco, Yahima Esquivel, ofreció detalles sobre el Son y la refrescante bebida, y en ese sentido adelantó el objetivo de la isla de incorporar un ritmo que marca su identidad y los saberes de los maestros roneros al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Por su parte, la delegada permanente de Paraguay, Nancy Ovelar, destacó la diversidad de propuestas de expresiones culturales, que evidenciaron la riqueza de la región.
No faltaron desde ya las convocatorias informales a la edición del año próximo de la fiesta latinoamericana y caribeña, que también incluyó esta semana exposiciones de fotos y pinturas, coloquios, clases de baile, presentaciones de libros y muestras cinematográficas virtuales.
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