La convocatoria tendrá lugar mañana martes, y además de la huelga los organizadores programaron más de 50 concentraciones en las principales ciudades francesas pero también en otras más pequeñas donde el presidente Emmanuel Macron anunció la semana pasada una «misión relámpago» para tratar de mejorar los servicios de urgencias de los hospitales.
En su comunicado las nueve organizaciones convocantes denunciaron la “situación del hospital público y también la de los sectores médico-social y social” severamente maltratados, como advertencia “antes de que tengamos que contar los muertos” por falta de recursos para tratar a los enfermos.
Debido a la grave escasez de personal sanitario, y con la llegada del verano, “el acceso a la atención primaria es cada vez más complicado y los hospitales están dejando de cumplir su papel de servicio público de último recurso”, lamentaron las organizaciones.
La falta de médicos hace que al menos 120 servicios de urgencias se hayan visto obligados a limitar su actividad, o están a punto de hacerlo, según el recuento realizado a finales de mayo por la asociación Samu-Urgences de France.
Para el médico de urgencias Christophe Prudhomme, de CGT-Santé, el calendario de Macron para llevar a cabo su propuesta equivale a “posponer las decisiones hasta después de las elecciones legislativas” del 12 y el 19 de junio, cuando el sistema sanitario ya está “en estado de desastre”, denunció.
También hoy el principal sindicato de ginecólogos advirtió que la escasez de enfermeras había “alcanzado un nivel crítico” en las salas de maternidad, lo que supone un riesgo de “cierres inesperados en verano”, y alertó de la falta de pediatras, anestesistas y matronas. Según la agencia estatal de empleo, a finales de 2021, había un déficit de más de 135 mil profesionales sanitarios en Francia, siendo los celadores y las enfermeras las categorías laborales más solicitadas.
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