Prevista para diciembre, la puesta incluye en su rol protagónico al reconocido cantante ruso Ildar Abdrazákov, catalogado por la crítica especializada como el mejor bajo del mundo y cuya voz, pensamiento e instinto trasmiten la esencia de la música y letra del autor.
En 1909, La Scala recibió esa ópera, considerada como la creación maestra de Músorgski, dirigida entonces por Arturo Toscanini y con un elenco de intérpretes conformado por el tenor Edoardo Ferrari, Francesco Dominici, Aristide Baracchi y Mansueto Gaudio.
Durante una rueda de prensa, su director general y artístico, Dominique Meyer, aseguró que esta «en contra de la caza de brujas y de excluir las obras rusas. No me escondo cuando estoy leyendo a Pushkin”.
Por su parte, el director musical Riccardo Chailly también expresó su inconformidad con la penalización a los artistas rusos y afirmó que “las obras maestras de la historia de la música permanecen para siempre y, por lo tanto, tienen un significado universal”.
Los asistentes a ese nuevo periodo de funciones apreciarán, además, el talento de la cantante Anna Netrebko, Artista del Pueblo de Rusia, y presentaciones de ballet como El Lago de los Cisnes y Cascanueces, de Piotr Ilich Tchaikovski.
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