El gobierno norteamericano se negó a tramitar en La Habana las visas de miembros de la sociedad civil cubana, sin embargo participaron en el evento en representación de la isla los “favoritos” de Washington, manifestó la subdirectora general para Estados Unidos de la cancillería cubana, Johana Tablada.
Así calificó la diplomática a quienes financiados por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y el Departamento de Estado llegan a cualquier escenario de ocasión a defender el bloqueo contra su propio pueblo.
Esos “empleados de nómina” pretenden presentar como aceptables las medidas coercitivas unilaterales impuestas por la Casa Blanca contra los cubanos, condenó la funcionaria.
Tablada recordó que Washington impuso la injustificada ausencia de Cuba de la reunión oficial contra la voluntad de la región y sus continuas reivindicaciones y también se negó a tramitar las visas de destacados miembros de la sociedad civil de la isla y profesionales de reconocimiento en sus campos.
Entre los cubanos que aspiraban a participar se encontraban la reconocida científica y médica Tania Crombet Ramos, el atleta olímpico Reineris Salas Pérez, el líder estudiantil cristiano queer Jorge González Nuñez, así como periodistas, artistas, sindicalistas y líderes comunitarios.
Por su parte, Eugenio Martínez, director de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, publicó en Twitter una imagen en la cual se aprecia que el Foro estuvo casi vacío, sin la representatividad anunciada por los organizadores.
Estados Unidos y la servil Organización de Estados Americanos (OEA) tanto quisieron amañar y manipular el encuentro que está vacío, sus asalariados y subordinados de turno (…) se quejan del opaco show, escribió Martínez.
La IX Cumbre de las Américas, que comenzó este lunes, llegó precedida por numerosas críticas debido a la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua, que no entran en la égida de las simpatías políticas de Washington, en opinión de analistas.
Esa postura es contraria a la proyección que trató de dar el país anfitrión en esta cita que, cada tres años, reúne a los jefes de Estado y/o Gobierno de las Américas.
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