La iniciativa solidaria es una respuesta tanto al bloqueo económico de Washington a la isla como a la exclusión de la nación antillana del evento, cuyo segmento de alto nivel comenzará mañana con la ausencia también de Venezuela y Nicaragua, que tampoco fueron invitadas.
La pancarta fue colocada por los organizadores de la Cumbre de los Pueblos por la Democracia, encuentro paralelo y opuesto a las exclusiones promovidas por el gobierno del presidente Joe Biden.
La Casa Blanca no solo dejó fuera a la delegación oficial cubana de la cita continental en contra la voluntad de la región y sus continuas reivindicaciones, sino que además se negó a tramitar las visas de destacados miembros de la sociedad civil de la isla que participarían en la Cumbre de los Pueblos.
Entre quienes asistirían estaban la reconocida científica y médica Tania Crombet, el atleta olímpico Reineris Salas, el líder estudiantil cristiano queer Jorge González, así como periodistas, artistas, sindicalistas y líderes comunitarios.
Ante la negativa de visado, participarán de forma virtual, a través de paneles en los que se abordarán las consecuencias de las intervenciones de los Estados Unidos en la América, el impacto del bloqueo en Cuba, así como la soberanía alimentaria y la solidaridad durante la pandemia de Covid-19.
Este martes tuvo lugar en Los Ángeles un Foro de la Sociedad Civil que sesionó como parte del programa oficial en el cual estuvieron como supuestos representantes de Cuba los “favoritos” de Washington.
Así calificó la subdirectora general para Estados Unidos de la cancillería cubana, Johana Tablada, a quienes financiados por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y el Departamento de Estado defendieron allí medidas coercitivas contra su propio pueblo.
En declaraciones a Prensa Latina, Claudia de la Cruz, co-directora de la plataforma The People’s Forum, en la cita fue escasa la representación de las comunidades más pobres, de las migrantes, de las indígenas y negras de Los Ángeles y del país.
«Eso indica mucho cuáles son las voces que importan en ese tipo de eventos», afirmó De la Cruz.
La IX Cumbre de las Américas, que comenzó este lunes, llegó precedida por numerosas críticas debido a la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua, que no entran en la égida de las simpatías políticas de Washington, en opinión de analistas.
Esa postura es contraria a la proyección que trató de dar el país anfitrión en esta cita que, cada tres años, reúne a los jefes de Estado y/o Gobierno de las Américas.
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