Por Luis Manuel Arce Isaac
Corresponsal de Prensa Latina en México
La especialista del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas de Cuba y miembro del Comité Directivo de Clacso por la región del Caribe, concedió una entrevista a esta agencia de noticias en la cual explicó que es una de las conferencias internacionales con un mayor número de personas en el mundo.
También, agregó, la más grande en cifra de participantes de las que se realizan en América Latina y el Caribe; esta edición de México, que tiene lugar del 7 al 10 de junio, registró a más de 10 mil académicos, quienes abordan decenas de temas y subtemas en 250 paneles, 600 mesas de debate y desarrolla un creciente número de conferencias magistrales a cargo de relevantes figuras de las ciencias sociales.
Domínguez dijo que por esa amplitud y unidad dentro de la diversidad continental, sin exclusiones y donde se escucha a todos, son tan destacadas y respetadas estas conferencias que realiza el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, conocido por sus siglas, Clacso.
La directora en Cuba del organismo informó que precisamente antes de comenzar las sesiones de trabajo en las numerosas instalaciones puestas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Consejo realizó su XXVII Asamblea en la cual reeligió a su directora general, la socióloga uruguaya Karina Batthyány, quien repite su mandato hasta 2025.
Pero lo importante, señaló, es que el pleno aprobó varias propuestas, entre ellas dos presentadas por Cuba: la primera, la condena al bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba, y una segunda que rechaza la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua de la Cumbre de las Américas, convocada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Las exclusiones de esos tres países, indicó la entrevistada, son una expresión más del carácter para nada plural ni democrático de ese tipo de eventos, como pretenden hacer creer el gobierno de Washington y sus aliados.
PARA ENFRENTAR COORDINADAMENTE RETOS PRESENTES Y FUTUROS
En contraste con esa actitud del gobierno estadounidense, reiteró, Clacso se afana por ampliar el diapasón de los participantes y de los temas puestos a debate, a fin de que los problemas más acuciantes de la región sean discutidos y de ahí salgan planes de acción y sugerencias para enfrentar coordinadamente y entre todos, como debe ser, los retos presentes y futuros.
Estimó que la respuesta masiva de 10 mil cientistas a la convocatoria, por sí misma marca la trascendencia del encuentro y el interés que despierta la agenda propuesta en el mundo científico.
Cuba y el Caribe, la zona de la cual ella se encarga dentro de la dirección de Clacso, se sienten muy satisfechas de la convocatoria y las temáticas porque confirman y ratifican las metas, objetivos y propósitos del consejo, su batalla por las causas justas y el convencimiento de que Latinoamérica y el Caribe pueden lograr una mayor justicia social para nuestros pueblos.
Recordó que en sus años de fundado, desde 1967, el consejo no deja de trabajar en esa dirección y por eso en esta ocasión su IX Conferencia tiene como tema central la trama de las desigualdades, pues aborda desde una perspectiva crítica y emancipadora el análisis de los fenómenos que afectan a toda nuestra región, y sus causas.
Por otra parte, manifestó, es un ámbito propicio para compartir experiencias, lo cual se realiza desde las políticas públicas, los movimientos sociales y las organizaciones, desde el apoyo de las universidades y el conocimiento académico.
Es, consideró finalmente, un vínculo estrecho de diálogo, de saberes en la búsqueda de soluciones a los problemas que aquejan al área, y por ello repetimos que la conferencia tiene un carácter incluyente, contrario a la cumbre de Biden.
Y también en contraste con las restricciones de la de Los Ángeles, esta reunión en la UNAM cuenta con más de 10 mil participantes de todos los países de la región.
Luchamos, dijo, para que América Latina y el Caribe, o Nuestra América, como expresó la directora general Karina Batthyány al nombrarla como lo hizo José Martí, deje de ser la región más desigual del mundo.
Nacida en Guanabacoa, La Habana, Cuba, nuestra entrevistada, además, imparte docencia de pregrado y postgrado de forma sistemática en varias instituciones educativas cubanas, incluidos el Departamento de Sociología y la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, entre otros.
Ha participado en más de 20 investigaciones en temas de Población, Estructura Social, Grupos Étnicos, clases sociales, y recibido numerosos galardones nacionales e internacionales. En los últimos años dirigió un proyecto nacional de investigación sobre la integración social de la juventud cubana.
Está al frente del Programa Territorial de investigaciones sobre Identidad en la Ciudad de la Habana y de un proyecto nacional sobre la juventud ocupada en el sector de la ciencia y la innovación tecnológica, perteneciente a un Programa Nacional.
arb/lma