‘Nuestro pueblo ha sufrido por más de seis décadas un bloqueo que fue recrudecido durante la administración saliente del gobierno estadounidense. Esta política ilegal y genocida afecta el desarrollo de las ciencias y la cooperación científica, el intercambio cultural entre nuestros pueblos y el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación’, subrayó.
Al intervenir en el 211 Consejo Ejecutivo de la Unesco, la embajadora señaló además las consecuencias del cerco en el desarrollo de la educación a distancia, modalidad adoptada por los países para mantener la enseñanza en el escenario de la pandemia de la Covid-19.
De acuerdo con Esquivel, es hora de anteponer en el planeta la solidaridad y la cooperación internacional a los conflictos, y demandar en una sola voz el levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales impuestas a algunos países, que han tenido un fuerte impacto en la gestión de la crisis sanitaria.
Asimismo, llamó en el foro por videoconferencia a abandonar los egoísmos y los intereses estrechos, para escoger el camino de la inclusión, el multilateralismo y el respeto a la autodeterminación de los pueblos.
‘La Unesco tiene una responsabilidad fundamental en la reflexión global acerca de las dimensiones éticas de esta crisis sin precedente. El momento demanda de la acción política coordinada, decisiva e innovadora basada en los principios de la Carta de las Naciones Unidas’, insistió la diplomática.
Esquivel alertó que la pandemia y sus consecuencias amenazan la consecución de los objetivos de la Agenda 2030 para alcanzar el desarrollo sostenible, y exacerban las desigualdades, la incertidumbre y la discriminación.
También ponen al descubierto la naturaleza del injusto orden internacional antidemocrático, resultado del modelo neoliberal imperante, advirtió.
Para la representante de Cuba, los Estados miembros necesitan una Unesco fuerte y dotada de los recursos humanos y financieros imprescindibles para desempeñar su labor con eficacia y eficiencia.
Al respecto, abogó por redoblar los esfuerzos para asegurar la continuidad de la educación y evitar que la deserción escolar siga creciendo en el mundo, reducir las desigualdades y fomentar políticas científicas destinadas a promover la innovación tecnológica, el conocimiento y la experticia científica.
De igual manera, instó desde la organización a reducir la brecha digital existente, combatir la violencia, la incitación al odio y las guerras no convencionales que estimulan los radicalismos, la intolerancia y la desestabilización social, y a mitigar los efectos del cambio climático para preservar la biodiversidad y proteger a los países más vulnerables.
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