En su cuenta de la red social Twitter el ministro de Relaciones Exteriores de esta nación caribeña consideró que ese texto “es desbalanceado y sesgado, desconoce diversidad y pluralidad política y social de nuestra región”.
El titular recordó que como han reconocido la ONU y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) “no existe un único modelo de democracia y debe respetarse el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural”.
La real posición del país anfitrión sobre el tema se demostró desde antes de la celebración de la cumbre, cuando decidió unilateralmente excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela de la reunión y desoyó los reiterados reclamos de numerosas jefes de Estado para que estuvieran presentes todos los países del hemisferio.
También en Twitter, Rodríguez Parrilla señaló que otro de los documentos aprobados, el Plan Acción hemisférico sobre Salud y Resiliencia “por excluyente, se vuelve ineficaz”.
Al respecto sentenció que “la actuación coordinada de todos los Estados es primordial para mejorar la salud y el bienestar de nuestros pueblos”.
Tal consideración, a juicio de observadores, cobra especial relevancia en el caso de Cuba, nación que a pesar de sus grandes limitaciones de recursos, sobresale a nivel internacional en la colaboración en el campo de la salud, con contingentes de médicos que han trabajado en los lugares más recónditos.
Asimismo, llaman la atención que mientras Washington habla de apoyar la salud para todos en la región, el férreo bloqueo que mantiene desde hace más de 62 años contra Cuba impide el acceso de la isla a medicinas y equipos médicos fabricados por empresas estadounidenses y de otras naciones.
El ejemplo más reciente de ello fue durante la pandemia de Covid-19, cuando las autoridades de Estados Unidos impidieron que la isla adquiriera respiradores mecánicos y otros insumos imprescindibles para enfrentar esa enfermedad y debió asumir ese reto con sus propios recursos.
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