‘Unas aparecen en números pequeños de pacientes, pero otras no, por ello es posible que surjan variantes cuya nomenclatura oficial sea reportada en La Habana’, afirmó recientemente la directora del centro de investigación, diagnóstico y referencia del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), María Guadalupe Guzmán.
La experta explicó en el programa radio televisivo Mesa Redonda, que todas son de interés y los investigadores le dan un seguimiento constante debido a la identificación en 30 o más pacientes y su rápida dispersión.
Recientemente el Ministerio de Salud Pública (Minsap) de la nación caribeña notificó la presencia de cinco variantes y seis patrones mutacionales.
Esa última clasificación, aclaró Guzmán, fue decisión interna de especialistas cubanos, pues en realidad constituyen otras variantes también de la mutación en el puesto 614 de la espícula en la cepa original del virus identificado en Wuhan, China.
La 614, aún la más frecuente en el mundo y en Cuba, fue la predominante en un estudio realizado en la central provincia de Ciego de Ávila, durante un brote de la Covid-19 ocurrido en ese territorio en el último trimestre de 2020.
Sin embargo, otra indagación con 414 muestras, en su mayoría de La Habana, llevada a cabo entre el 28 de diciembre de 2020 y el 28 de marzo, demostró la presencia de cinco variantes genéticas y los llamados inicialmente seis patrones mutacionales.
En el caso de la original de Wuhan, explicó Guzmán, solo se identificó en dos de esos casos.
‘Hemos encontrado también la fichada en Sudáfrica (B.1.351), que en enero se mencionaba a partir de un viajero, pero evidentemente se impone en nuestro país, además en tres personas fue descubierta la reportada en Reino Unido (B.1.1.7) y en otros pacientes la descrita en California (B.1.429)’, aseveró.
Guzmán puntualizó que en dicho periodo investigaron a 41 fallecidos de todas las provincias de la isla y en ellos descubrieron seis variantes, entre ellas la 614, la de Sudáfrica y la de California.
Por otro lado, refiere la doctora, que la de mayor presencia en todo el país ha sido la 614; mientras la de Sudáfrica está concentrada en La Habana y fue hallada en Matanzas, Ciego de Ávila y Guantánamo.
Esa última, la B.1.351, estaba presente en 11 decesos, de los 29 investigados en la capital cubana.
Asimismo, la de California se detectó en siete provincias, la mayor parte de los casos también de La Habana; y la B.1.1.7, una de las más preocupantes a nivel mundial, estuvo presente en dos casos de esa misma ciudad y en pacientes del territorio oriental de Santiago de Cuba.
En resumen, La Habana, seguida de Mayabeque y Pinar del Río, presentan el mayor número de variantes-patrones, por lo que incrementa la cifra de muestras de otras provincias y existe un aislamiento viral en curso.
Durante el mismo período del estudio de las variantes en Cuba, el número de casos en la isla ha mostrado un incremento significativo con un promedio de casos diarios que llegó a alcanzar el millar en los primeros días del presente mes.
‘A partir de la última semana de enero, el brote epidémico comenzó a caracterizarse por el diagnóstico de más de cinco mil casos por semana, con un aumento de la transmisión en varios territorios’, afirmó recientemente el titular del Minsap, José Ángel Portal.
Hasta la fecha, la nación caribeña acumula 87 mil 385 ciudadanos que enfermaron con la Covid-19, de los cuales, 81 mil 900 se recuperaron, mientras 467 fallecieron.
Desde la identificación inicial del SARS-CoV-2 hasta el 22 de marzo de 2021, han sido registradas a nivel mundial más de 845 mil secuencias genómicas completas, lo que permitió constatar cambios en los patrones epidemiológicos, virulencia o disminución de la eficacia terapéutica.
La última actualización epidemiológica de la Organización Panamericana de la Salud confirma que en 32 países de las Américas fueron identificadas al menos una de las tres variantes clasificadas como motivo de preocupación: la B.1.1.7, la B.1.351, y la B.1.1.28.1, encontrada en Brasil.
‘Todas pueden acrecentar la transmisibilidad y la virulencia del SARS-CoV-2 o disminuir la eficacia de las medidas sociales de salud pública o de los diagnósticos, las vacunas y tratamientos, aunque todavía queda mucho por aprender sobre ellas’, refiere el informe de la entidad regional.
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