En un abarrotado espacio del Jardín de las Rosas y con el hermoso lago de la localidad como testigo, los adolescentes merecieron aplausos unos tras otros con su recorrido musical por el Son cubano, al que estuvo dedicado el evento de cinco días.
Guantanamera, de Joseíto Fernández; La Engañadora, de Enrique Jorrín; Siboney, de Ernesto Lecuona; No hay como mi Son, de Abelardo Barroso; y El Manisero, de Moisés Simons, cautivaron a un público de diversas generaciones.
Antes, los estudiantes de la Escuela Nacional de Música de La Habana tocaron junto a alumnos de la escuela de Enghien-les-Bains, ciudad de la Región Parisina que durante los últimos 20 años ha acogido a artistas de la isla.
Las interpretaciones de temas tradicionales precedieron al concierto de cierre de la Semana Cubana, a cargo de la orquesta El Niño y la Verdad.
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