Envole-moi, su título en francés, resulta una coproducción con Italia, dirigida por Christophe Barratier y con roles protagónicos asumidos por Víctor Belmondo y Gérard Lanvin y narra la historia del juerguista Thomas y la transformación de su vida tras cuidar a Marcus, un niño de 12 años.
Según Antonio Mazón, crítico y promotor cinematográfico, la muestra escogida para esta 23 edición resulta diversa, entretenida e interesante y comprende 14 filmes de ficción, dos documentales y tres largometrajes animados.
El experto distinguió, asimismo, la exhibición del material Poetas del Cielo, una labor conjunta entre México, Brasil y Francia, dirigido en 2019 por Emilio Maillé y sobre el mundo de la pirotecnia, con un enfoque en los artífices más relevantes de esa disciplina y su proceso creativo y emotivo.
De acuerdo con la sinopsis, la obra retrata la pasión experimentada por los artistas, descubre los festejos asociados a esa práctica cultural y transporta al espectador, de manera inconsciente, a una reflexión sobre la vida y la salvaguarda de la memoria histórica.
Mazón identifica como otro de los momentos especiales en la cartelera del evento la retrospectiva dedicada al director franco-griego Costa-Gravas, en la Sala Alfredo Guevara del Colegio de San Gerónimo, y con títulos como: Los raíles del crimen, La confesión y El capital.
El festival involucra a la embajada de París en La Habana, el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, el proyecto Cinemania y sus fundadores Nouredine Essadi y Christophe Barratier, la Cinemateca de Cuba y empresas de la nación europea.
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