Al intervenir en la cita, la viceministra del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera Déborah Rivas señaló que la isla apuesta por un sistema multilateral que permita reducir las asimetrías existentes y promueva el desarrollo sostenible de los pueblos.
De acuerdo con la cuenta de Twitter del ministerio del ramo, Rivas señaló los retos a los que se enfrenta la OMC, algunos de ellos anteriores a la crisis multidimensional provocada por la pandemia de Covid-19, como el aumento y recrudecimiento de la aplicación de medidas unilaterales y no arancelarias.
También mencionó la paralización de la Ronda de Doha para el desarrollo y el bloqueo del proceso de selección de nuevos integrantes del órgano de apelación, lo cual provoca en la práctica que el sistema de solución de diferencias funcione como una sola instancia: el grupo especial.
“La falta de voluntad política de los países desarrollados para resolver estas cuestiones ha erosionado el funcionamiento de la organización”, dijo la vicetitular cubana, quien añadió que los mandatos existentes en el Programa de Doha para el desarrollo y posteriores aprobados continúan sin atenderse.
Significó que cualquier reforma de la OMC debe basarse en el consenso, la inclusión, la transparencia y la participación efectiva de todos los Estados miembros, y que la transformación de este organismo no puede aceptar desigualdades heredadas ni propuestas que agravan los desequilibrios.
Alertó, además, sobre la intención de algunos países desarrollados de limitar el principio de trato especial y diferenciado, o de otorgarlo selectivamente, una cuestión que constituye un derecho histórico y, por tanto, debe preservarse y enfocarse en una justa integración de las economías al flujo del comercio internacional.
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