La Cadena Meteorológica colocó bajo el segundo nivel de vigilancia más alto a los territorios de Haute-Garonne, Gers, Gironde, Landes, Lot-et-Garonne, Pyrénées-Atlantiques, Hautes-Pyrénées, Tarn y Tarn-et-Garonne, con un llamado a sus autoridades y población a mantenerse vigilantes ante el ascenso drástico del mercurio de los termómetros.
Cada episodio canicular como el previsto hasta el fin de semana, el segundo en menos de un mes, genera preocupación, sobre todo por las personas más vulnerables, entre ellas los ancianos y los enfermos crónicos.
El gobierno emitió recomendaciones, como mantenerse hidratado y en lugares frescos y evitar el ejercicio físico fuerte y el alcohol.
La víspera, la primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, aseguró que el gobierno está movilizado para proteger a los más vulnerables.
Por su parte, la portavoz del ejecutivo Olivia Grégoire anunció que el Consejo de Ministro abordó ayer la llegada de la canícula, inusual para esta época del año, y aprobó un plan de 500 millones de euros para dotar a las ciudades y sus centros urbanos de condiciones para lidiar con las altas temperaturas, vinculadas al impacto del cambio climático.
Cada episodio canicular en suelo galo trae recuerdos tristes, sobre todo del sufrido en 2003, al cual se atribuyen al menos 15 mil muertos.
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