El segundo nivel de alerta más alto en Francia, que invita a seguir de cerca el fenómeno en cuestión y a adoptar medidas preventivas, rige en territorios del suroccidente del país, entre ellos Ardèche, Charente-Maritime, Dordogne, Gironde, Landes, Loire-Atlantique, Lot, Pyrénées-Atlantiques y Tarn.
Las autoridades prevén los picos de calor para el viernes y el sábado, y publicarán una nueva actualización sobre los departamentos con vigilancia mañana a las 16:00, hora local.
Inesperado por la época del año, el episodio canicular pudiera disparar el mercurio de los termómetros por encima de los 40 grados centígrados en algunas zonas de Francia, lo que genera preocupación.
La llegada de olas de calor a suelo galo trae recuerdos tristes, sobre todo de la sufrida en 2003, a la cual se atribuyen al menos 15 mil muertes.
El gobierno aseguró que está movilizado ante el fenómeno, en particular para proteger a las personas más vulnerables, como los ancianos, por lo que ya comenzaron los llamados a la población a evitar los ejercicios físicos fuertes, mantenerse hidratado y permanecer en lugares frescos durante la canícula.
Según los registros oficiales, Francia lidió desde 1947 con 43 olas de calor, pero ninguna tan temprano en el año, lo que otorga a la actual el calificativo de récord en precocidad, para dejar atrás las de 2005 y 2017, que comenzaron el 18 de junio.
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