Los nuevos aditamentos pueden soportar 40 toneladas de peso y de esa forma elimina el problema de poca resistencia de las construidas con anterioridad para sustituir a las de hierro que son sustraídas para fundirlas.
Según Suberví, las nuevas piezas además de resistentes, no son atractivas para los desaprensivos debido a que no tienen metal.
Explicó a la prensa que fueron construidas unas 500 tapas de un total de dos mil requeridas para el Gran Santo Domingo y cada una de ellas tiene un costo de fabricación de unos 11 mil pesos (197 dólares), lo cual equivale a 5,5 millones (99 mil).
Finalmente, el funcionario adelantó que las primeras tapas serán colocadas en dos importantes avenidas de la ciudad, y su función será garantizar el cierre de las cámaras de inspección, los registros de agua potable y alcantarillado sanitario.
Y también sirvan para dar el mantenimiento a las redes de alcantarillado cuando se requiera, así como ofrecer mayor seguridad a las personas y vehículos.
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