Especialistas de la fundación dedicada a la obra y pensamiento del autor de Los pasos perdidos, realizaron una exhaustiva búsqueda en sus fondos documentales sobre el despliegue de originales del genio malagueño, durante tres semanas del mes de junio de 1942 en La Habana.
En esta oportunidad, la selección cuenta con la experticia de Lesbia Vent Dumois, Premio Nacional de Artes Plásticas en 2019 y Premio Nacional de Curaduría en 2000, y comprende reproducciones de postales con los óleos y gouaches de Picasso.
La exhibición incluye imágenes de recortes de la prensa periódica de aquella época y críticas vinculadas al acontecimiento cultural; la invitación diseñada para el evento y la traducción al francés del poema surrealista El entierro del Conde de Orgaz, creado por el artista ibérico.
La iniciativa, en tributo a la obra del maestro español y su presencia en la nación caribeña, cuenta con la colaboración de la Dirección de Cultura del Consejo de la Administración de Plaza de la Revolución, la Fundación Alejo Carpentier y la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
En una crónica publicada en La Gaceta de Cuba, en 1962, el escritor cubano-francés, Premio Miguel de Cervantes, refirió cómo en 1942 el galerista judío Pierre Loeb llegó a esta capital con un valioso rollo de telas y cartulinas, las piezas de la exposición en el Lyceum & Lawn Tennis Club.
De aquella cita, si bien la mayoría de los asistentes reaccionó de manera favorable, trascienden historias como la de aquel señor que reclamaba: “¡Devuélvanme la belleza griega!” o el psiquiatra empecinado en descubrir en los cuadros de Picasso rasgos de esquizofrenia o paranoia.
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