Sin embargo, según confesó a Prensa Latina tras convertirse en el primer campeón de los Juegos del Caribe, esto no es ningún problema, y cada cual le aporta lo suyo.
Luisa Mojarrieta lo tiene en el día a día dentro y fuera del agua, mientras que Rodolfo Falcón lo observa, lo estudia y lo aconseja siempre que puede.
Mi mamá está todos los días luchando conmigo, con mis cosas buenas y malas, mientras que mi papá va a cosas más puntuales y me regaña cuando lo considera necesario, pero mi mamá es la que está más encima de mi rendimiento, dijo.
El hecho de ser el hijo del único subcampeón olímpico de la natación cubana le ha perseguido durante toda su joven carrera, pero no lo ve como una dificultad.
No hay tanta presión, solamente el día que esté en una final olímpica y tenga que ganarla para superarlo. Él siempre me ha dicho que somos dos personas diferentes, yo estoy concentrado en mis propias metas, explicó.
Sobre los Juegos, se mostró muy emocionado de hacer historia, al llevarse el primer oro en este tipo de lides.
Muy contento con el resultado y lo que conlleva aportar la primera medalla de Cuba en estos Juegos, salí a nadar sin desconcentración, enfocado en mi ritmo y me salió muy buen tiempo (16:01.05), declaró.
La actuación de Falcón Jr. no ha terminado en esta cita multideportiva, pues tiene previsto competir también en los 400 metros libre y los cinco kilómetros en aguas abiertas.
El 400 me cuesta un poco de trabajo, pero intentaré dar lo mejor de mí, y también en las aguas abiertas, donde sí aspiro a la medalla de oro, adelantó.
Por otra parte, confesó que haber llegado hace apenas unas horas del Campeonato Mundial de Budapest le aporta una cuota extra de esfuerzo, pero valora más lo que puede aprender estando cerca de los grandes del planeta.
Finalmente, expresó que apenas terminados estos Juegos partirá hacia Barbados para tomar parte en el Campeonato Centroamericano y del Caribe, en el cual espera obtener el boleto a los Juegos regionales del próximo año en los 10 kilómetros de aguas abiertas.
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