Acto I, La muñeca encantada
Las campanadas del reloj marcan la medianoche y la muñeca encantada en acto de magia creadora da vida a los juguetes de la tienda, que sin más se transforma en escenario de una gran fiesta de fantasías y sueños.
Ese es el argumento del ballet La muñeca encantada, obra seleccionada por la maître Mercedes Beltrán para la función de fin de curso del Taller Vocacional de la Cátedra de Danza del Ballet Nacional de Cuba (BNC), celebrada hoy en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional.
Bailarines del BNC, estudiantes de la Escuela Nacional de Ballet y más de 170 niños del taller dieron vida sobre las tablas a La muñeca…, con coreografía de Beltrán sobre la versión original de 1888, sin cambios en el pas de trois de la interpretación de los hermanos Nicolai y Sergei Legat de 1903.
Una obra sencilla, de un solo acto, pero capaz de mostrar que la pasión por la danza puede sacar lo mejor de un niño cuando tiene la buena guía de maestros experimentados y entregados.
Poco menos de una hora duró la puesta en escena, motivo de alegría y admiración, gota de reconocimiento en ese mar océano que es el merecido respeto a una compañía de prestigio mundial, sus bailarines, maîtres, coreógrafos, músicos, escenógrafos, y otros especialistas.
El BNC, bajo la dirección general de Viengsay Valdés, es orgullo de un país, y el Taller Vocacional de su Cátedra de Danza uno de sus más importantes actos de magia.
Acto II, ¡Gracias maestros!
Alicia Alonso además de bailarina excepcional, fue una creadora comprometida con el arte, su tiempo y Cuba en todo momento.
A la labor fundacional del BNC, le siguió la del Taller Vocacional de la Cátedra de Danza, dirigido hoy por Mercedes Beltrán, quien recuerda la iniciativa de la prima ballerina assoluta como el espacio al que “llegan cientos de niños llenos de ilusiones”.
Los maestros Victoria Castellón, Vilma García e Iván de Armas son los artífices detrás del curso que recién terminó, los encargados de dar forma a esos sueños, una labor paciente y satisfactoria, como demostraron los pequeños sobre las tablas de la Covarrubias.
Proyectos como este tienen réplicas en toda Cuba, un país que gracias a empeños de esta naturaleza es parte de la élite mundial de la creación artística, también por defenderla como un derecho de todas y todos.
El Taller Vocacional, recordó su directora, “ganó cuerpo y se extendió a lo largo y ancho del país producto del apoyo de nuestro gobierno al desarrollo del arte y la cultura”.
Los resultados hablan por sí solos, apuntó Beltrán, muchos de los niños que se inician en estos talleres terminan formando parte de la compañía de ballet profesional.
El historiador del BNC, Miguel Cabrera, invitó a un viaje mágico justo al correrse el telón, serán testigos, dijo, de un hecho excepcional, podrían ver debutar a una futura estrella del ballet cubano.
Las luces fueron apagadas, se escucharon las primeras notas de la música original compuesta por el austriaco Josef Bayer, y se hizo la magia del ballet…
oda/avs