La institución del cordón industrial Quintero-Puchuncaví, clausurada por el Gobierno tras un mes sin operar por episodios de intoxicación que datan de años en aquella zona, aprobó el pasado viernes la actualización de su Plan Operacional.
“El reinicio de la operación se realiza resguardando todas las medidas y normativas ambientales”, declaró la Corporación Nacional del Cobre (Codelco), cuyo Directorio informó el 17 de junio el polémico cierre de la entidad cuprífera.
La clausura de la Fundición Ventanas, detenida desde el 6 de junio por un adelanto de mantenimiento, ocurre en medio de una compleja situación socio-ambiental en el polo industrial de Puchuncaví-Quintero, explicó la Codelco.
El ente oficial ratificó la continuidad de las mesas de trabajo para la preparación del cese progresivo de la producción, a la espera de un proyecto modificador de la Ley 19.993, que permita enviar los minerales a otras fundiciones.
La medioambientalista SMA realizó una fiscalización en la instalación luego del reinicio de actividades e informó sobre el funcionamiento de un convertidor bajo inspección de sus expertos.
Esa institución anunció “medidas más exigentes” para reducir eventuales impactos a la población por el reinicio de operaciones, aunque sus directivos aclararon que “se mantiene el cese gradual de la fundición”.
También el presidente Gabriel Boric refrendó la decisión, postergada por diferentes administraciones, sobre la clausura gradual de Ventanas y aseguró que a los trabajadores y a sus familias “no los vamos a dejar solos».
La empresa estatal chilena Codelco es una de las mayores compañías de explotación minera cuprífera del planeta.
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