El creador, fallecido a los 72 años a causa de un paro cardíaco, fundó el proyecto sociocultural comunitario Callejón de Hamel en La Habana, devenido espacio artístico al aire libre para la comunidad capitalina.
Desde su fundación, el popular sitio rinde homenaje a las deidades y los rituales de origen africano al tiempo que evidencia la importante contribución de González en la defensa de las expresiones identitarias cubanas.
Asimismo, el Callejón acogió espectáculos de rumba a cargo de reconocidas agrupaciones musicales, cuyo talento atrajo a visitantes nacionales y foráneos.
Con formación autodidacta, González destacó como muralista y su obra reflejó la influencia de los máximos exponentes de la manifestación, unido a sus apreciaciones del rico acervo africano arraigado en la isla.
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