Territorios como Gironde, Tarn-et-Garonne, Landes, Gard y Vaucluse pudieran registrar las temperaturas más elevadas, que escalarán a medida que avance la semana, con picos esperados para el sábado y el domingo a nivel nacional.
La vigilancia por canícula pudiera regresar a Francia después de la ola de calor precoz que la azotó a mediados de junio, con la inmensa mayoría de los departamentos colocados en alerta roja o naranja.
Entonces se reportaron récords absolutos en ciudades y comunas como Pissos, con 43,4 grados para dejar atrás los 41,7 previos, Belin-Béliet (43,2-41,9), Biarritz (42,9-40,6), Soort-Hossegor (42,4-41,3), Pointe de Socoa (42-41,9) y Aicirits (42-40,6), además de en al menos otros 10 lugares.
Cada aumento drástico de las temperaturas suele acompañarse de recomendaciones, entre ellas mantenerse hidratado y en lugares frescos y evitar el ejercicio físico fuerte y el alcohol.
El impacto del cambio climático en el planeta tiene entre sus consecuencias el incremento de la frecuencia y la duración de las canículas en Europa.
En suelo galo los episodios de calor extremo traen recuerdos tristes, sobre todo del sufrido en 2003, al cual se atribuyen al menos 15 mil muertos.
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