Según la información oficial de esa institución en su página de Facebook, desde las 12:00, hora local, dicho evento afectará Camagüey luego de haber cruzado las Antillas Menores y con un movimiento hacia el oeste.
El análisis de varios modelos de pronóstico sugiere que las mayores concentraciones de este aerosol atmosférico se registrarán este miércoles y jueves, disminuyendo para el viernes.
Modelos internacionales muestran una elevada concentración de esas partículas en las superficies de la zona, lo que pudiera afectar la calidad del aire, por lo cual se recomienda una elevada precaución a los ciudadanos.
El pasado mes de junio, casi la mitad oriental del archipiélago cubano se mantuvo por varios días bajo una nube de Polvo del Sahara.
Dicho fenómeno enrarece el ambiente y provoca un calor sofocante elevando la sensación térmica hasta los 38 y 40 grados Celsius.
También provoca la incidencia de un sistema de altas presiones, y las lluvias serán limitadas a lo largo y ancho del país. El Doctor en Ciencias Físicas, Eugenio Mojena, asesor del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de esta nación antillana informó que esas nubes son generadas por las tormentas de arena y polvo de los desiertos del Sahara y el Sahel, en África, con alturas de tres a siete kilómetros.
“Una vez emergidas del continente africano, avanzan en dirección oeste bajo el flujo de los vientos alisios, propagándose por el océano Atlántico hasta alcanzar el mar Caribe, Cuba, el sudeste de Estados Unidos, México y Centroamérica”, comentó recientemente el experto al diario Granma.
Explicó que vienen cargadas de material particulado PM 10 y PM 2,5 altamente nocivos para la salud humana, y contienen, además, minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio.
Además, acumulan virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos persistentes.
De forma habitual, las nubes de polvo comienzan a llegar a nuestro país entre marzo y abril, las mayores oleadas ocurren en junio, julio y la primera quincena de agosto, dijo Mojena.
Especificó que, como estas nubes se originan una masa de aire muy caliente y seco con valores bajos de humedad, entorpecen el surgimiento y desarrollo de los ciclones tropicales al crearles un ambiente hostil, incrementado la cizalladura del viento en la altura, que impide al sistema concentrar la energía.
Sobre sus efectos en la salud humana, sentenció que ese polvo incentiva estados alérgicos, el asma, problemas de la piel y otras enfermedades respiratorias.
Sin embargo, poseen un lado beneficioso, porque, dentro de los minerales que transportan, está el fósforo que ayuda a fertilizar la tierra, indicó el especialista.
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