En un artículo publicado en el diario Página 12, el diplomático agradeció el apoyo de cientos de argentinos que llegaron la víspera hasta la embajada de la mayor de las Antillas en esta capital para condenar el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington.
Ellos representaron los sentimientos de millones de personas que aquí y en todo el mundo acompañan a mi pueblo y nos hacen saber que Cuba no está sola, afirmó.
También prometieron llegar algunos cubanos financiados por Estados Unidos, entre ellos un trío que tiene un negocio familiar con la Fundación Nacional para la Democracia a cambio de servicios mercenarios, y algunos políticos de extrema derecha que levantan guillotinas y claman por odio y muertes. No fueron bien recibidos, añadió.
Asimismo, criticó el papel de grupos mediáticos en la difusión de noticias falsas y la propagación de acciones contra la nación caribeña.
Hace un año nuestro pueblo, movilizado en las calles, derrotó el intento de “golpe suave” con que se trató de derrocar a la Revolución. No fue la primera vez y tampoco será la última. No bastó con imponernos un bloqueo genocida por más de 60 años, indicó.
Pretendieron no solo rendirnos por hambre, sufrimiento, desesperación o enfermedad, aplicando la mayor crueldad durante la pandemia de la Covid-19. También alentaron el odio, el vandalismo y la violencia entre cubanos. Hasta nos amenazaron con una acción militar directa desde Estados Unidos, denunció.
Además, aseguró que Washington emplea los mismos métodos para derrocar gobiernos, confundir a los pueblos y que las víctimas asuman la lógica de sus verdugos.
Documentos oficiales del gobierno norteamericano revelados por Cuba dan cuenta de la minuciosa planificación de los sucesos del 11 de julio de 2021. Los efectos del bloqueo recrudecido, la pandemia y la crisis global, sirven hoy de comodín a una nueva embestida política y comunicacional, en la que invirtieron decenas de millones de dólares el último año, apuntó.
No obstante, aseveró que Cuba “aprendió a vivir sin precio y está dispuesta a desaparecer en defensa de su libertad, su independencia, su soberanía y su democracia socialista”. Cuba vive, trabaja, educa, provee salud, hace ciencia y cultura todos los días. No sospechan nuestros adversarios la clase de pueblo que somos. Amamos y queremos la paz. Seguiremos adelante, afirmó.
Nos defenderemos, con el peso de la ley, la justicia, la verdad y la moral. ¡Y si nos atacan, también con las armas! Para eso hicimos una Revolución y no nos avergonzamos de defenderla. Cuando se llega a ese punto, tenemos una sola opción: Patria o Muerte. Solo que nosotros viviremos y venceremos, concluyó.
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