Así lo demuestran los datos de la encuesta, publicados por la revista Stern, en la cual el 54 por ciento de los ciudadanos consideraron la ceremonia excesivamente lujosa.
Realizada del 11 al 12 de julio, la investigación arrojó que el 14 por ciento de los encuestados calificó el comportamiento del político como bastante inapropiado, y el 40 por ciento de completamente inapropiado.
Un tercio de los cinco mil 40 entrevistados no vio nada reprochable en la boda del ministro germano, mientras otros 13 por ciento no pudo decidir sobre una respuesta.
Lindner y la periodista Franka Lefeld celebraron su boda en la isla alemana de Sylt, un popular destino de vacaciones.
El país actualmente, juntos con los restantes de la región, atraviesa difíciles problemas con los hidrocarburos debido al alza de los precios en el mercado de los mismos tras la pandemia Covid-19 y el conflicto en Ucrania.
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