De acuerdo con el funcionario, la vigilancia es importante en las comunidades y las familias, porque en los hospitales ya existe tensión por el rebrote de la Covid-19.
Autoridades y expertos prevén que las temperaturas lleguen y superen los 40 grados centígrados, y el lunes podría ser el día más caluroso registrado en Francia.
El 5 de agosto del 2003 y el 25 de julio del 2019 el país vivió episodios caniculares que dejaron una media nacional de 29,4 grados, cifra máxima que parece quedará en la historia.
Según señaló el ministro Braun en el canal BFM TV, hay que acostumbrarse a lidiar con las olas de calor, que en el contexto del cambio climático serán más frecuentes e intensas.
A mediados de junio pasado Francia sufrió una canícula precoz, con varios récords de temperatura.
El llamado de las autoridades es a vigilar a las personas mayores y vulerables, mantenerse hidratado y evitar el alcohol y el ejercicio físico.
Cada ola de calor en suelo galo genera inquietud y trae tristes recuerdos, por los 15 mil muertos atribuidos a la que azotó en 2003.
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