Ante la Comisión Agroalimentaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) dijo que molerán menos centrales, en comparación con la zafra anterior, en la que el plan de producción fue del 52 por ciento de lo planificado.
Dijo que en la venidera contienta molerán caña de azúcar las fábricas que dispongan del financiamiento que asegure el alistamiento productivo, la maquinaria y el transporte automotor y ferroviario.
El directivo indicó que se prevé asegurar el consumo social del dulce, las empresas mixtas y el abastecimiento al turismo.
En la jornada los diputados de la comisión evaluaron el resultado de la inspección realizada al sector azucarero en la que legisladores de la comisión visitaron 32 empresas y decenas de cooperativas.
Según el dictamen, en la zafra 2021-2022 no se consiguió capacitar a todos los trabajadores, lo que incidió en la ocurrencia de errores humanos que provocaron la interrupción del proceso productivo.
Los diputados consignaron además deterioro de la infraestructura en el sector, bajo rendimiento agrícola y falta de equipamiento técnico de transporte.
El informe señala la necesidad de potenciar la preparación de tierras para la siembra y la realización de las atenciones culturales luego de la cosecha.
El presidente de Azcuba consideró como un problema serio la deuda empresarial a los productores de caña de azúcar, organizados en cooperativas, lo cual afecta la distribución de sus utilidades.
Adelantó que la próxima zafra estará marcada por los efectos del bloqueo económico, financiero y comercial que ejerce Estados Unidos contra Cuba desde hace más de 60 años.
Tales secuelas impactaron en la zafra anterior por la perdida de proveedores, embargo petrolero, falta de financiamiento y atrasos en la llegada de recursos necesarios para su ejecución.
Julio Andrés García lo resumió en una frase: se planificó sobre la base de la caña disponible, pero faltaron los insumos, amén de otras dificultades objetivas y subjetivas.
La nueva contienda será bajo una nueva concepción del modelo de negocios, y la aplicación de medidas adoptadas para el sistema empresarial, el sector agropecuario y las establecidas para el programa Salvar la Industria Azucarera, que antes fue el motor de la economía cubana.
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