El vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil, dijo a los diputados al Parlamento cubano que la medida se adopta ante las señales de recuperación económica, consideradas como irreversibles, de manera que el país está en condiciones de implementar la compraventa de divisas con un “tipo de cambio económicamente fundamentado”.
Precisó que aún evalúan los detalles de su aplicación, pero dejó claro que el mercado trabajará con todas las monedas, incluidos los dólares en efectivo, aun cuando las condiciones por las cuales dejó de aceptarse en la nación caribeña se mantienen, como las limitaciones a su uso impuestas por el bloqueo económico de Estados Unidos.
Gil amplió al respecto que a pesar de esas dificultades es necesario tomar decisiones ajustadas a la realidad que enfrenta el país, en correspondencia con el modelo socialista, y que aporten al ordenamiento legal, además de permitir disponer de recursos.
Señaló que es imprescindible aprovechar la captación de estas finanzas para incrementar las ofertas en pesos cubanos e incrementar su capacidad de compra, así como incentivar el cambio a la moneda nacional.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, enfatizó en que la compraventa de divisas es válida para todas las personas que entran a las fronteras cubanas, a lo cual el titular de Economía agregó que actualmente numerosos viajeros cambian sus divisas en el mercado informal por ser más ventajoso.
Sobre el particular argumentó que ese espacio ilegal ha proliferado, incide directamente en la inflación experimentada por la población, ascendente al 13,4 por ciento al cierre de junio, además de complejizar las relaciones económicas, sobre todo por la inexistencia de una oferta oficial.
Otro aspecto negativo de su existencia es que las divisas no son captadas por el sistema oficial, sostuvo.
Refirió que el mercado informal opera esencialmente con dólares, euros y moneda libremente convertible, a precios que oscilan alrededor de los 115 y 120 pesos cubanos por cada una de estas monedas.
El país no está en condiciones de salir al mercado cambiario respaldando el tipo de cambio actual de 24 pesos por un dólar, afirmó Gil, pero sí debemos hacer frente a estos valores en la oferta ilegal para contribuir el equilibrio financiero.
En ese sentido ya habían anunciado en el mes de mayo, en la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), la implementación de un mercado cambiario secundario destinado a actores económicos estatales y no estatales.
Dicha acción comenzó su puesta en práctica, aunque de manera limitada, según el vice primer ministro, y su objetivo era disminuir el impacto sobre los precios a la ciudadanía, incrementar la oferta, y a la vez avanzar en la recuperación gradual de la capacidad de compra del peso cubano.
“No podemos dolarizar el país”, enfatizó Gil, por lo tanto todo lo que hagamos para incrementar las ofertas en pesos cubanos es la dirección correcta.
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