Considerada por sus allegados como una ceiba, símbolo de sabiduría y de las culturas africanas, Herrera legó un caudal de reflexiones impresas en la aparente sencillez de su poética, señaló el investigador Roberto Zurbano, durante la I Jornada de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la diáspora en el país caribeño.
Autora de ocho poemarios, Herrera legó un catálogo de obras marcadas por la coherencia, afinidad y armonía a través de la interacción de varias líneas temáticas y motivos que parten de la autoconciencia y autorrepresentación como negra feminista, orgullosa de su origen, condición y valor, sentenció la poeta Carmen González.
El espacio, devenido recorrido vital por la trayectoria de Herrera, propició el acercamiento a su legado literario, así como en el activismo antirracista cubano, de la mano de los testimonios de personas que compartieron sus luchas y amistad.
Los participantes dialogaron sobre el trabajo de la escritora, fallecida en 2021, quien apostó por poner a la familia como centro, mientras evocó a los antepasados como herramienta para rescatar la historia olvidada o negada de la esclavitud, ponderó a las figuras femeninas y exaltó la religiosidad afrocubana.
En ese sentido hurgó en las raíces del legado africano y su mitología, e incluso integró a su acervo cotidiano proverbios de esa cultura, los cuales marcaron muchas de sus decisiones en vida, según recordó Zurbano.
Ella destacó por “la tremenda palabra de su poesía, que invitaba a descubrir el trasfondo de los textos, a notar esas cosas que no decía e la invitación constante a reflexionar”, comentó González, mientras los participantes dialogaron sobre su personalidad y el reflejo de ese carácter en sus líneas.
En su herencia literaria existe una poética muy vinculada a la vida a la manera que asumió su existencia, las carencias, la falta de reconocimiento, los amores y sus logros, pues no buscó éxitos pero conquistó su espacio en literatura cubana, afirmó el ensayista.
Además de su prolífica carrera entre libros, Herrera demostró su versatilidad como escritora para cine, radio y televisión, en tanto enfocó sus esfuerzos en convertir la sororidad y activismo en una praxis de vida inviolable, para respaldar el movimiento afrofeminsta en la mayor de las Antillas.
Jurado de prestigiosos concursos, entre ellos, el premio Casa de Las Américas y el Nacional de Literatura, Georgina mereció numerosos reconocimientos como las medallas Alejo Carpentier y Raúl Gómez García así como la Distinción por la Cultura Nacional.
No es de extrañar, entonces, que la primera Jornada por la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la diáspora, transcurra como un homenaje a la poeta, quien formó parte de las alternativas sociales para mejorar su calidad de vida de las mujeres.
La cita pactada hasta el 25 de julio, articula la labor de grupos de activistas, feministas y antirracistas, académicas de diferentes disciplinas científicas, representantes del Programa Nacional para el Adelanto de la Mujer e instituciones e instituciones.
Narradoras orales, instrumentistas y cantantes, integran la agenda cultura del evento, mientras el coloquio concebido en el calendario aproxima asuntos centrales como racismo y antirracismo, contribuciones a la historia, la cultura y las ciencias, presencia en medios de comunicación, entre varios.
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