El titular dijo que de las 243 medidas impuestas desde la administración de Donald Trump contra Cuba, 56 de ellas buscan afectar las actividades energéticas en la isla, incluida la generación de electricidad.
Arronte subrayó que el grueso de esas acciones de cerco persiguen impedir el suministro de combustibles al país caribeño, en el afán de detener su economía y afectar a la población.
Explicó que mantenimientos y obras en unidades termoeléctricas se retrasaron por las negativas de fabricantes de piezas y equipamientos a cumplir los contratos por presiones de Estados Unidos.
Añadió que las actividades del Minem tienen un lugar en un contexto difícil, también por las limitaciones financieras, incrementos de los precios de los combustibles, equipos y piezas de repuesto.
También por los efectos del enfrentamiento a la Covid-19, incluida la crisis económica mundial.
Cuba hace todos los esfuerzos por resolver el déficit de generación eléctrica, que resulta el principal problema por sus afectaciones a la economía y la ciudadanía, apuntó.
Mencionó la obsolescencia tecnológica del sistema eléctrico, en el que 16 unidades están fuera de su ciclo necesario de mantenimiento.
Se trabaja incansablemente, expresó el ministro, y refirió proyectos con inversión extranjera y los planes para explotar este año nuevos pozos petroleros.
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