La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, María Zajárova, confirmó vía Telegram que el ministro mantendrá este domingo conversaciones con el liderazgo de Egipto, primera parada de la gira.
Destacó que Lavrov llegó al Cairo, capital egipcia, como parte de su recorrido durante el cual tiene previsto visitar también Etiopía, Uganda y la República del Congo.
Anteriormente, el jefe de la diplomacia rusa en declaraciones a medios del continente africano manifestó que entre sus principales objetivos está el de acercar a los operadores económicos rusos y de ese continente a sus respectivos mercados, y fomentar su participación en proyectos de infraestructura de gran envergadura.
Asimismo, el canciller destacó que el desarrollo de una asociación integral con los países africanos sigue siendo una de las prioridades de la política exterior de Rusia, pues están abiertos a una mayor expansión de los vínculos políticos y comerciales.
En ese sentido, recalcó que la parte rusa «no impone nada a nadie, no educa la vida de los demás, y siente un gran respeto por la soberanía de los Estados africanos, su derecho inalienable a determinar sus propias vías de desarrollo. Estamos firmemente comprometidos con el principio problemas africanos – soluciones africanas», señaló.
Lavrov enfatizó que dicho enfoque del desarrollo de las relaciones interestatales es fundamentalmente diferente de la lógica amo-esclavo impuesta por las antiguas metrópolis, que reproduce el obsoleto modelo colonial.
Por otra parte, el titular de Exteriores ruso ponderó la postura equilibrada de los países de África en torno a la situación de conflicto en Ucrania y sus alrededores.
“Los socios africanos no aprueban los intentos descarados de Estados Unidos y sus satélites europeos de dictar su voluntad a todo el mundo y de imponer un modelo de orden mundial unipolar a la comunidad internacional», recalcó Lavrov.
Llamó la atención sobre el hecho de que, a pesar de la presión externa sin precedentes, las naciones del continente no se sumaron a las sanciones antirrusas, y «una línea tan independiente merece un profundo respeto», enfatizó.
Tras el inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, el pasado 24 de febrero, numerosos países en su mayoría de Occidente activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales con la intención de infligirle a la economía de la nación euroasiática el mayor daño posible, y así presionar a Moscú para detener las hostilidades.
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