Por Silvana Robles
Presidenta de la Liga Parlamentaria de Amistad Perú-Cuba
Fue la continuación de la lucha histórica por la plena independencia de la patria sojuzgada, antes por el colonialismo español y, entonces, por el imperialismo norteamericano. Sin duda que la trascendencia histórica de esta acción se sintetiza en las palabras que horas antes Fidel dirigió a sus heroicos combatientes:
“Compañeros: Podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos, pero, de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros! de todas maneras, el movimiento triunfará.
«Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante.
«El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la isla. ¡Jóvenes del Centenario del Apóstol! Como en el 68 y en el 95, aquí en Oriente damos el primer grito de ¡Libertad o muerte!”.
Es cierto que en esta gesta, y después, muchachos heroicos del grupo fueron vilmente asesinados por los esbirros de la dictadura.
Y otros fueron procesados y hecho prisioneros en la cárcel en la Isla de Pinos, entre ellos Fidel, después amnistiados y exiliados en Ciudad de México.
La dictadura batistiana creyó que los ideales libertarios de los Jóvenes del Centenario podían ser asesinados, encarcelados y/o desterrados, sin entender que estaban dispuestos a ser libres o mártires, conforme lo prometió Fidel en Palm Garden, en Nueva York, el 30 de octubre de 1955, ante una entusiasta multitud que lo aclamaba.
Cuatro años después, el 1 de enero de 1959, el Ejército Rebelde y el pueblo en armas celebraron el triunfo que puso en fuga al dictador Fulgencio Batista.
El 8 de enero, Fidel y sus barbudos compañeros ingresaron victoriosos a La Habana y a la Historia, para dar inicio a la gran Revolución en el Primer Territorio Libre de América.
A 63 años de la victoria ahí está Cuba, nuestra Cuba, siguiendo invencible su camino creador y soberano inspirado en el pensamiento de Martí y en el ejemplo vivo de Fidel Castro, del Che Guevara, de Camilo Cienfuegos y tantos otros.
Cuba seguirá invicta frente al criminal bloqueo del imperio norteamericano y a todo tipo de adversidades, porque cuando se tiene el chaleco moral del que hablaba Fidel, no hay enemigos que la detengan.
En estos 63 años de Revolución, Cuba exhibe lo que logró: dignidad, solidaridad y heroísmo.
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