Según la entidad, los problemas de los últimos meses son el resultado de una combinación de factores, que incluyen la caída de la producción nuclear, ligada a problemas de corrosión en varios de sus reactores, y el apoyo al gobierno en las gestiones para contener el auge de la factura eléctrica de la población.
El presidente de EDF, Jean-Bernard Lévy, subrayó en un comunicado las dificultades encontradas en la primera mitad del año, en un escenario marcado por el conflicto en Ucrania y las sanciones de occidente contra Rusia.
Ante la inflación y su particular impacto en el sector energético, el gobierno, poseedor del 84 por ciento de la empresa, la obliga a brindar el servicio a precios más bajos, en aras de proteger a los hogares de facturas eléctricas elevadas.
Esta situación impone al grupo la compra de electricidad en un contexto de altos precios, afirmó Lévy.
Respecto a los reactores nucleares, 12 de los 56 operados en Francia están detenidos por problemas de corrosión, mientras 18 fueron sacados de servicio por acciones de mantenimiento programadas.
Pese a las pérdidas notables en el primer semestre, EDF obtuvo ingresos por más de 66 mil millones de euros, gracias precisamente al incremento del costo de la electricidad y del gas en Europa.
El Estado francés anunció la renacionalización de la empresa, para lo cual esta semana la Asamblea Nacional aprobó nueve mil 700 millones de euros en una ley rectificativa del presupuesto anual del país.
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