Otorgado por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), el galardón distinguió a Pumariega por la novela Elipsis o la música de donde vienen las palabras, texto que exhibe una sólida estructura narrativa e intenso entramado entre lo real y la alucinación, apuntó al acta del jurado presidido por Mercedes Melo.
Asimismo, la obra posee “un excelente manejo de los diferentes modos de la elipsis temporal, así como una mirada abierta e inclusiva”, para narrar una historia con tintes autobiográficos, pues se basa en las vivencias de la autora durante su paso por el Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas Vladimir Ilich Lenin.
Feliz por recibir el galardón, Pumariega, periodista de profesión, apuntó las conexiones de la entrega con su propia existencia, las relaciones familiares e incluso experiencias amorosas, las cuales moldearon ese mundo de fantasía y realidad adolescente, que presenta en sus líneas.
Por su parte, Rafael Acosta de Arriba, presidente del jurado de poesía, destacó el sugerente monólogo sensorial escrito por Páez, cuyas líneas están cargadas de erotismo y sensualidad y se demuestra el conocimiento cabal del lenguaje poético.
Con la invitación a leer las páginas y descubrir quién es “La de abajo”, la abogada y escritora manifestó el honor de recibir este lauro, que recompensa su apuesta por la prosa poética y el verso libre, para defender la capacidad de cada cual para ofrecer luz a los demás desde cualquier posición, sin importar privilegios.
Sobresalieron también en el certamen Carlos Manuel López, por el texto Brevario de a bordo con las enfermedades de Cristóbal Colón; y Ernesto Adrián Monzón, por El violón, quienes recibieron menciones en los apartados de poesía y novela respectivamente.
De acuerdo con el presidente de la Asociación de Escritores de la Uneac, Alberto Marrero, se presentaron en esta 55 edición 38 obras, las cuales reiteran la importancia de este espacio para los noveles creadores como plataforma para difusión de su trabajo y labrarse un camino entre la escena literaria del archipiélago.
Considerado como uno de los concursos literarios más importantes del país, el Premio David se instituyó en 1967 en La Habana para reconocer y promover la obra de escritores cubanos residentes que no tengan libros publicados en las categorías de novela, poesía y ensayo.
Fundado por el Poeta Nacional, Nicolás Guillén, el concurso rinde tributo al joven revolucionario Frank País, cuyo seudónimo de guerra: David, ha servido como iniciación para noveles escritores, que apuestan por el camino de la literatura. mgt/lbl