Dagoberto Rivera, coordinador del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Cuba, denominó este proceso natural como la primera vacuna que recibe un ser humano al nacer para estar protegido ante diversas enfermedades.
No es cuestión de una jornada, es algo que nos concierne los 365 días del año, enfatizó Rivera, quien recalcó que se trata de un derecho del niño y que los hombres no pueden estar ajenos.
Es inadmisible que un niño sea privado de la lactancia materna antes de los seis meses, dijo.
Odalys Rodríguez, otra experta de la Unicef, planteó que la pandemia de la Covid-19 desvió la atención de esta problemática, pero es hora de volver a enfocarse en la práctica, fomento y protección del acto de alimentar a un recién nacido.
La lactancia materna se incluye en los objetivos de la agenda 2020-2030 para el desarrollo sostenible, es exclusiva en los seis primeros meses, pero puede prolongarse hasta dos años, explicó la especialista, quien recalcó que la leche de la madre es vital para una buena salud de por vida.
Para tener éxito se necesita del apoyo de la familia, los centros laborales, instituciones de salud y las comunidades, indicó Rodríguez en la sede de la Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades en esta capital.
Consideró importante las consultas de puericultura, principal escenario y el más significativo para promover esta práctica.
Rodríguez destacó el apoyo de la Unicef a los bancos de leche humana, que de hecho, Cuba cuenta con 14 en estos momentos, excepto los territorios de Artemisa, Mayabeque y el municipio especial Isla de la Juventud.
“La lactancia materna es el mejor comienzo para la vida”, concluyó Rodríguez.
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