La enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2 mantiene sus estragos en suelo galo con la séptima ola de contagios, que según las autoridades ya dejó atrás su pico epidemiológico.
En ese sentido, decrece la presión sobre los hospitales, donde están ingresadas 20 mil 63 personas, 35 menos que las registradas ayer, de ellas mil 205 en cuidados intensivos.
De acuerdo con Salud Pública Francia, los nuevos casos ascendieron a siete mil 249, una cifra baja en comparación con jornadas previas, a partir del cierre de laboratorios el domingo.
Respecto a la incidencia de la Covid-19, la fuente oficial informó 500 infectados por cada 100 mil habitantes.
Este lunes el país entró en una nueva etapa, con el fin de la urgencia sanitaria decretada en marzo del 2020 tras la irrupción de la pandemia, por lo que el gobierno no podrá apelar a medidas como el confinamiento o el uso obligatorio de la máscara, a menos que la Asamblea Nacional adopte una ley de emergencia.
Como un recurso a emplear si se detectan nuevas variantes muy contagiosas del SARS-CoV-2, el ejecutivo francés sí podrá restablecer los controles en frontera, en particular la exigencia de una prueba negativa ante la Covid-19 para entrar al territorio nacional y circular por el mismo.
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