El jefe de la comisión de Lactancia Materna del ministerio de Salud Pública de Cuba, Pablo Roque precisó que los únicos territorios que no cuentan con este tipo de establecimiento son Artemisa, Mayabeque y el municipio especial Isla de la Juventud.
Roque destacó el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en el funcionamiento de estas instalaciones.
Explicó que ese producto natural está certificado y para esto se recibe ayuda de la Unicef.
El banco pasteuriza esa leche para evitar la transmisión de enfermedades como la hepatitis B y el Virus de Inmunodeficiencia Humana, y la misma pasa por una cadena frío adecuada.
La leche materna no es igual en todos los casos, como lo es la artificial, tiene requisitos diferentes y es utilizada acorde con el problema clínico de los niños, explicó Roque.
Se podría contar con más de este producto, ya que por año se obtienen tres mil litros, y lo más importante, todo niño que la necesita en Cuba la tiene garantizada, aseguró el experto.
El especialista lamentó como en Cuba y otras latitudes falta cultura respecto al tema, y prueba de ello es, como limitan la lactancia materna hasta los seis meses, sin tener en cuenta que mientras más se prolongue esta práctica mayores beneficios tendrá el niño.
Es vital que todos los actores comunitarios y de salud estén bien informados sobre este tema, pues solo así puede fomentarse una cultura al respecto. La cadena afectiva debe también estar bien preparada comenzando por la madre.
Está escrito y comprobado –dijo Roque a la prensa- que el mejor alimento para un niño es la leche materna.
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