Las autoridades decidieron también evacuar la barriada de Versalles, que se suma a otras ahora bajo custodia.
Sus habitantes se mudaron a albergues establecidos al efecto o a casas de familiares y amigos.
Mientras tanto las miradas de los matanceros se dirigen hacia el foco del incendio, en la bahia de Matanzas, donde persiste la negra columna de humo de la cual emergen llamaradas.
En los muelles de la base petrolera se reunieron expertos cubanos junto a especialistas mexicanos y venezolanos que llegaron hace pocas horas con equipamiento, bomberos e insumos como espuma y químicos utilizados para sofocar este tipo de fuego.
En esa zona quedó instalada una bomba que extrae agua de mar y mediante tubería la lleva directo a la llamada zona caliente.
Helicópteros también toman agua del mar y la vierten en el área en combustión.
La tarea priorizada es evitar que un tercer tanque de combustible, de ocho que tiene la base, se incendie por el fuego de otros dos que arden desde el viernes, cuando un rayo impactó en uno de esos gigantescos recipientes.
A la par continúa la evacuación del combustible almacenado en la mayor base de su tipo de la isla.
Nueva ayuda internacional debe llegar hoy, incluidos aviones mexicanos con más insumos.
El siniestro provocó hasta ahora más de un centenar de lesionados y 17 bomberos desaparecidos.
Fue recuperado el cuerpo sin vida de un bombero en la zona afectada.
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