En el centro de convenciones Olof Palme de esta capital, las naciones exponen lo mejor de su gastronomía con comidas típicas, mientras muestran al público bailes, cantos y trajes tradicionales, entre otras manifestaciones artísticas.
“Es un evento que restituye el derecho a la recreación sana, al esparcimiento, al disfrute del arte, la cultura, pero, sobre todo, nos une como pueblos, como hermanos que somos, expresó la víspera la codirectora del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur), Anasha Campbell.
En ese sentido, la coordinadora de la Comisión Nacional de Economía Creativa, Camila Ortega, resaltó la importancia de la cita como un espacio idóneo para impulsar ese modelo económico que desarrolla el gobierno sandinista.”
“Es muy importante participar en este evento porque es muy provechoso el intercambio cultural entre todos los países”, comentó a Prensa Latina Reina Vidoza, funcionaria de la Embajada de Venezuela en Nicaragua.
De acuerdo con Vidoza, el festival también permite fortalecer los lazos de amistad y hermandad entre las naciones, además de conocer de músicas tradicionales, artesanías, comidas y trajes típicos.
Para el nicaragüense Jorge Rodríguez, quién durante varios años estudió en Cuba, estar en un mismo estad compartiendo las costumbres con la nación caribeña le resulta un gran honor, porque “llevamos el ejemplo de amistad y solidaridad del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro”.
“Cada vez que nos reunimos en este tipo de eventos, aprendemos de cada uno de los pueblos sus raíces y culturas, subrayó Rodríguez en diálogo con Prensa Latina.
Hasta este domingo, 38 países de América Latina y el Caribe, Europa, Asia y África, se dan cita en este evento de dos días organizado por el Intur para promover la unión entre las naciones.
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